Los chalecos de enfriamiento de seguridad están diseñados con materiales que facilitan la disipación de calor efectiva y brindan comodidad al usuario. La elección de los materiales juega un papel crucial en el rendimiento de enfriamiento, la durabilidad y la funcionalidad general de los chalecos. Algunos materiales comunes utilizados en la construcción de chalecos de enfriamiento de seguridad incluyen:
Fabrics de enfriamiento: las telas de enfriamiento especializadas a menudo se usan en el revestimiento interior o en paneles de chalecos de enfriamiento. Estas telas están diseñadas para tener altas propiedades de absorción de humedad, lo que permite una evaporación eficiente del sudor y la humedad de la piel. Este proceso de evaporación ayuda a enfriar el cuerpo.
Materiales de cambio de fase (PCM): los PCM son sustancias que pueden absorber y liberar calor durante las transiciones de fase (sólido a líquido y viceversa). Algunos chalecos de enfriamiento incorporan paquetes de PCM que se colocan en bolsillos dentro del chaleco. Estos paquetes absorben el exceso de calor del cuerpo cuando se derriten y lo liberan cuando se solidifican, manteniendo una temperatura relativamente constante.
Materiales de malla y transpirable: capas externas o secciones de chalecos de enfriamiento a menudo están hechos de materiales de malla transpirables y livianos. Estos materiales permiten la circulación del aire, mejorando el efecto de enfriamiento y evitando el sobrecalentamiento.
Capas aislantes: en algunos diseños, se pueden incorporar capas aislantes para ayudar a regular la tasa de absorción y liberación de calor. Estas capas pueden contribuir a mantener un efecto de enfriamiento consistente durante un período prolongado.
Correas y sujetadores ajustables: aunque no se incluyen materiales específicos de enfriamiento, las correas y sujetadores ajustables a menudo se incluyen para garantizar un ajuste seguro y cómodo para los diferentes tipos de cuerpo. También ayudan a mantener los paquetes o elementos de enfriamiento en su lugar.
Insertos de espuma o gel: algunos chalecos de enfriamiento incluyen insertos de espuma o gel que se pueden congelar antes de su uso. Estos insertos proporcionan enfriamiento localizado y se pueden colocar estratégicamente en áreas del cuerpo que necesitan un alivio adicional.
Toallas de microfibra: los materiales de microfibra en forma de toallas se pueden empaparse en agua, escurrirse y luego usarse como una capa de enfriamiento. La evaporación del agua de la superficie de la tela crea un efecto de enfriamiento en la piel.
Materiales reflectantes: en los casos en que los chalecos de enfriamiento se usan en entornos de al aire libre o de alta visibilidad, se pueden agregar materiales reflectantes para fines de seguridad y visibilidad.
Materiales de sellado y aislamiento: para los chalecos de enfriamiento que usan sistemas de enfriamiento a base de agua, se utilizan materiales de sellado y aislamiento para evitar fugas y garantizar que los elementos de enfriamiento permanezcan efectivos durante períodos más largos.
Materiales elásticos o estacionados: los materiales elásticos o estacionados pueden integrarse en los chalecos de enfriamiento para permitir un ajuste cómodo que no restrinja el movimiento.